La Última Morada de los Líderes Comuneros de Castilla

Ejecución de los Comuneros de Castilla, obra de Antonio Gisbert


Hace mas de 500 años, un 23 de abril de 1521, las tropas imperiales de Carlos V acabaron prácticamente con las esperanzas castellanas al vencer a los ejércitos rebeldes en la batalla de Villalar, Valladolid. Al día siguiente eran ajusticiados los tres principales líderes comuneros, Juan Bravo, Juan de Padilla y Francisco Maldonado. Desde ese momento y progresivamente todas las poblaciones sublevadas van jurando lealtad al emperador. Aún así, los últimos fieles a la causa comunera resistieron en la ciudad de Toledo nueve meses mas. El 1 de noviembre del 1522, el emperador Carlos firmó un armisticio general perdonando la vida de la mayoría de los partidarios de la rebelión a excepción de 293 personas que fueron ejecutados en los años posteriores o huyeron de la justicia.
Pero, ¿Que paso con los cuerpos de los tres principales líderes comuneros una vez ejecutada la sentencia? Pues deberemos movernos por terrenos que se debaten entre la leyenda y la realidad, ya que estos personajes históricos fueron muy influyentes en vida y tras su muerte no decayó su fuerza.


Los Comuneros; adaptación, música y arreglos de Nuevo Mester de Juglaría en 1976, sobre el poema de Luis López Álvarez publicado en 1972. 




Juan Bravo




Juan Bravo nació en Atienza, Guadalajara. En 1519 fue nombrado Regidor de la ciudad de Segovia. Tras su ajusticiamiento el 24 de abril de 1521 en Villalar sus restos fueron trasladados a Segovia donde fue recibido por un gran tumulto. Se le dió sepultura en el Convento de la Santa Cruz donde aún hoy se puede ver su lápida. Sin embargo en el año 1921 su tumba fue abierta por orden del ayuntamiento de Segovia y aquí comienza la controversia, ya que la tumba hoy en día se encuentra vacía pero no está muy claro si ya estaba así cuando se abrió hace 100 años o se hallaron restos que posteriormente se perdieron. También estos hechos alimentan la leyenda del traslado del cuerpo de Juan Bravo al poco tiempo de haber sido enterrado en el convento segoviano por cuenta de algunos leales partidarios ante el temor de que su cadáver fuese profanado. El destino del valeroso comunero, se dice,  fue la iglesia de San Félix Mártir en la segoviana villa de Muñoveros, localidad en la que Juan Bravo tuvo mucha vinculación en vida al ser natural de allí su primera esposa Catalina del Río.
La leyenda dice que los restos de Juan Bravo fueron depositados junto al altar mayor y años después trasladados a la entrada del templo, donde hoy en día existe una inscripción en la que se puede leer "CJV está aquí" (Comunero Juan Bravo está aquí). Sin embargo no hay estudios ni confirmación oficial de que todo esto sea cierto.

Juan de Padilla




Juan de Padilla era natural de Toledo, primera ciudad instigadora de la revuelta comunera contra la política del emperador. Era regidor de la ciudad desde 1513 sucediendo a su padre en el cargo. Su mujer, María Pacheco, fue otra importante cabecilla del movimiento comunero, manteniendo el espíritu de la revuelta en Toledo mucho tiempo después de la ejecución de Padilla. 
La furia de Carlos I cayó con fuerza sobre Padilla ya que tras su ejecución fue enterrado sin cabeza en Villalar y sin permitir trasladar sus restos hasta Toledo desde donde se reclamaban por su viuda, ya que el emperador quería evitar mártires de la fallida causa comunera. Tiempo después y "de forma provisional" su cadáver fue exhumado y trasladado al convento de La Mejorada, en Olmedo, Valladolid. Este convento sufrió la ira de los Franceses en la Guerra de la Independencia y posteriormente tras la Desamortización de Mendizábal fue declarado en ruinas. Actualmente es una bodega y plantación de viñedos conservando algunos restos de la construcción original, algunos muy bien restaurados como la Capilla del Crucifijo que esta declarada como Monumento Nacional desde 1931; pero la tumba de Padilla se ha perdido para siempre.

Francisco Maldonado




Francisco Maldonado era señor del concejo de El Maderal, Zamora. Parece ser que apoyo la causa comunera debido a las perdidas de privilegios que sufrió por la subida al trono de Carlos I. Fue nombrado Capitan de los ejércitos de Salamanca por petición popular, ya que su anterior líder, Pedro Maldonado (que ademas era primo suyo), no contaba con el apoyo de la ciudad por ser yerno de Rodrigo Arias Maldonado Conde de Benavente, noble muy cercano al emperador Carlos. Aun así los dos primos compartieron el liderazgo.
Francisco Maldonado fue ejecutado junto con Bravo y Padilla y su cadáver fue trasladado el 12 de mayo a Salamanca y enterrado en la iglesia del Convento de los Agustinos, edificio el cual se perdió para siempre a mediados del siglo XIX.

Otros destacados líderes de la revuelta e importantes personajes


Pedro Maldonado

Capilla de Talavera en la Catedral Vieja de Salamanca, ultima morada de Pedro Maldonado. Imagen: La Crónica de Salamanca 

Pedro Maldonado era primo de Francisco, pero a diferencia de el fue hecho prisionero y enviado al castillo de Simancas, Valladolid. Allí fue ejecutado el 14 de agosto de 1522, siendo trasladados sus restos a Salamanca en 1526 por orden del emperador. Está enterrado en la Capilla de Talavera en la Catedral Vieja de Salamanca, construida por su abuelo Rodrigo Arias Maldonado mas conocido como Doctor Talavera. Ademas allí se conserva el pendón original que portaban los ejércitos salmantinos. Quizá tras Villalar de los Comuneros este lugar sea el segundo santuario comunero por excelencia.

Maria Pacheco



Maria Pacheco era la viuda de Juan de Padilla, líder comunero toledano. Tras la ejecución de su esposo lidero la resistencia de la ciudad hasta que capituló ante el emperador y huyo al exilio en Portugal, ya que en sobre su cabeza pendía una orden de ejecución. Murió en Oporto en 1531 y sus restos se depositaron en la Capilla de San Jerónimo situada en la catedral de esa ciudad. Sin embargo después de las dos reformas acaecidas en los siglos posteriores en la Catedral de Oporto, sus huesos han desaparecido para siempre.

Antonio de Acuña, Obispo de Zamora





El Obispo Acuña fue nombrado Arzobispo de Toledo en 1521. Ya entonces era un importante líder de la revuelta, arrebatando al mando de su ejercito varias localidades castellanas de manos imperiales. Fue apresado días después de la batalla de Villalar pero por su condición de clérigo no pudo ser condenado a muerte, por lo cual quedó recluido en el castillo de Simancas. El 25 de febrero de 1526 intentó fugarse de la fortaleza asesinando al alcaide de la prisión, lo que fue motivo suficiente para condenarlo a la pena capital, lo cual aconteció el 24 de marzo de ese año. Fue enterrado en la Iglesia de El Salvador de Simancas y desconozco si su tumba se conserva.  
 

Juana I de Castilla





Voy a ensalzar la figura de la reina Juana I de Castilla, más conocida como "Juana la Loca" hija de los Reyes Católicos y con derechos legítimos para ocupar el trono a la muerte de su madre Isabel de Castilla. Juana fue en cierto modo la gran esperanza comunera, ya que si ella hubiese accedido a reinar Castilla si se conseguía derrotar a su hijo Carlos, posiblemente muchas de las ciudades leales al emperador hubieran apoyado finalmente a la reina Juana. Sin embargo, después de las entrevistas acaecidas en Tordesillas tras la liberación de Juana por parte de los Líderes Comuneros y la aparentemente apoyo a la causa castellana por la reina, esta solo les dejo buenas palabras pero no quiso firmar ningún documento que hubiese puesto contra las cuerdas a su hijo Carlos. Tengamos en cuenta que cuando los imperiales incendiaron Medina del Campo al negarse la ciudad a entregar sus piezas de artillería por sospechar que serían utilizadas para asediar Segovia, fueron bastantes corregidores los que mostraron nuevas simpatías a la causa comunera, cambiando de bando y creando una auténtica crisis de estado que hizo tambalear el gobierno regente de Adriano de Utrecht. Es fácil pensar que si Juana hubiese estampado su rubrica en algún documento reconociendo o apoyando el poder comunero, quizá otro gallo hubiese cantado.
Juana ha pasado a la historia como una reina incapacitada para gobernar por su locura, pero con los años se está demostrando que tal locura no existía, sufriendo de algún trastorno depresivo agudo por la perdida de su marido Felipe el Hermoso y agravado por su encierro en Tordesillas forzado por su padre Fernando II de Aragón, el Católico y ratificado por su hijo Carlos I de España.
La reina Juana I de Castilla falleció en Tordesillas el año de 1555 y sus restos están depositados en la Capilla Real de Granada junto con los de su esposo Felipe I de Castilla y sus padres los Reyes Católicos además del infante Miguel de la Paz, heredero de la corona de Portugal.

Adriano de Utrecht





Aunque es obvio que este personaje histórico fue todo lo contrario a un comunero, si lo considero relevante mucho más allá de su participación contra la revuelta. Nacido en Holanda, fue el encargado de la educación del futuro emperador Carlos. En 1520 asumió la regencia de las Españas en ausencia del emperador y diriendo los ejércitos reales en la Guerra de las Comunidades.
En 1522 fue nombrado Papa y adoptó el nombre de Adriano VI. Fue coronado en agosto de ese año, falleciendo apenas un año después, siendo enterrado en la iglesia romana de Santa Maria dell'Anima cuyo mausoleo puede ser visitado hoy en día.


Carlos I de España




El otro Gran Protagonista de la causa Comunera aparece aquí en ultimo lugar pero no por ello se desmerece su importancia. Nieto de Isabel y Fernando, Reyes Católicos e hijo de Juana y Felipe de Castilla nació en Gante, Flandes. Cuentan las crónicas que su madre Juana le dio a luz en unas letrinas sin asistencia de nadie. Criado lejos de su madre en Flandes (y por lo tanto tambien lejos de Castilla) fue señor de medio mundo conocido y único emperador que ha subido al trono en nuestro país. También fue el causante directo de la Revuelta Comunera, represaliandola con mano de hierro y de la cual sin duda tambien salió reforzado su poder. Sin embargo, gracias al levantamiento cambió bastante su punto de vista sobre los súbditos castellanos hasta tal punto que no dudó en retirarse a nuestro país cuando el peso de la corona hacia ya demasiada mella en su cabeza, repartiendo el gobierno de su basto imperio entre sus hijos Fernando y Felipe. Falleció el 21 de septiembre de 1558 en el hoy Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste, en Cáceres, y esta enterrado en la Cripta Real del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid.    






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