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Monasterio de San Jerónimo de Yuste, última morada del emperador Carlos I de España


Busto del Emperador en su palacio de Yuste


Cuando el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Germánico, nieto de nuestros Reyes Católicos e hijo de la reina Juana I de Castilla y Felipe I de Castilla "El Hermoso", se sintió agotado tanto física como animicamente allá por el año 1555 por llevar sobre sus espaldas el peso de la corona de medio mundo, decidió abdicar en favor de sus hijos Felipe (Felipe II) para el gobierno de España y Fernando (Fernando I de Habsburgo)  para el control del Imperio Germánico. Y como lugar de retiro hasta llegado el momento de rendir cuentas al altísimo eligió un pequeño monasterio en una remota región de la península ibérica lejos del bullicio de grandes ciudades y cortes. La región elegida era La Vera, al noreste de la actual provincia de Cáceres y el monasterio San Jerónimo de Yuste, muy cerca de la localidad de Cuacos de Yuste.


Entrada a la iglesia del monasterio


La llegada del emperador supuso un cambio radical en la vida sencilla y contemplativa de los mas de 30  monjes Jerónimos que habitaban en este cenobio a los pies de la Sierra de Gredos, ya que se dio orden de construir una ampliación palaciega adosada al mismo monasterio para que Carlos I pudiese vivir en el y ademas alojar a las mas de 60 personas que componían la corte del monarca, aunque posteriormente a la mayoría se les alojó en los pueblos de alrededor. El nuevo edificio constaba de dos plantas que no se comunican directamente entre si. Los aposentos del emperador de la planta superior tenían conexión directa con la iglesia facilitando el acceso para que Carlos I pudiese seguir los oficios religiosos acostado en su litera, ya que padecía del mal de gota y a veces casi no podía incorporarse. El 3 de febrero de 1557 el emperador llego a Yuste para no salir jamas en vida.

Entrada principal al palacio con la rampa vieja de acceso a la planta superior

Arcos de la rampa de acceso


Cuentan que la vida de Carlos I en Yuste fue bastante austera, dentro de lo que cabe esperar de quien había sido un emperador soberano de medio mundo. Su principal ocupación desde luego fue preparar su alma a la espera de su ultimo suspiro, pero tambien dicen que no escatimó en copiosas comidas, perdición de su mala salud que empeoraba sin remedio. También recibía bastantes visitas y mantenía correspondencia continua con su hijo Felipe II.  

El fatal desenlace tuvo lugar el 21 de septiembre de 1558, apenas un año y medio después de su llegada al monasterio. La causa de la muerte fue por paludismo. Como curiosidad, el responsable indirecto del fallecimiento del emperador fue el genial ingeniero italiano Juanelo Turriano, constructor entre otras muchas maravillas del celebre "Artificio de Juanelo" en la ciudad de Toledo, un mecanismo con precisión de relojería que permitía subir agua desde el río Tajo hasta el edificio del Alcázar salvando eficazmente 100 metros de desnivel. Juanelo Turriano llegó a Yuste junto con la corte del emperador ya que era su relojero oficial. Por orden de Carlos I Turriano construyó estanques con mecanismos de relojería en los jardines del palacio para el riego de los jardines y huertos, sin embargo, estos no funcionaban correctamente y provocaban el estancamiento de las aguas, lo que dio lugar a la proliferación de mosquitos con la consiguiente propagación de enfermedades infecciosas como el paludismo. Sobre el gran ingeniero y constructor Juanelo Turriano hablaremos en otra entrada de Senderos y Veredas.

A la muerte del emperador su testamento reflejaba el deseo de reposar en una cripta bajo la iglesia en el mismo monasterio, justo debajo del altar mayor; sin embargo al no estar esta construida todavía fue enterrado de forma provisional tras dicho altar mayor siendo posteriormente trasladados en 1573 sus restos al Panteón Real del Monasterio de San Lorenzo del Escorial por expreso deseo de su hijo Felipe II, donde reposan hoy en día. Como curiosidad, en la cripta donde deseaba ser enterrado el emperador, que actualmente se puede visitar, contemplamos el que tradicionalmente se dice fue el féretro que albergó el cuerpo de Carlos I de España y V de Alemania tras su muerte en Yuste.


Cripta. A la izquierda, debajo de la cruz, se observa el hueco donde reposaría el cadáver del emperador justo bajo el altar mayor 

Féretro el cual se dice que es el original donde se deposito el cuerpo del emperador 

 «El Escorial, momia del emperador Carlos V, copiada del natural», en la revista española La Ilustración Española y Americana. Autor Martín Rico (1833-1908) Fuente de la imagen: Wikipedia 
Imagen de Dominio Público


El actual monasterio con propiedad de Patrimonio Nacional desde el año 2004 no es el original de tiempos del emperador. Las primeras referencias de este edificio datan del año 1402. Con la llegada de Carlos I se amplia considerablemente para albergar a este y a su séquito. Tras la muerte del monarca su hijo Felipe II promulga una célula por la cual ordena la conservación de las estancias construidas por su padre. En 1809 parte del conjunto fue incendiado y destruido por las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia y posteriormente con la Desamortización de Mendizabal fue puesto en subasta pública y abandonado por la orden de los Jerónimos que lo habitaban entrando en una fase de ruina y expolio para aprovechar gran parte de sus piedras para nuevas construcciones. No fue hasta 1942 cuando se aprobó un proyecto para la recuperación y reconstrucción fiel del monasterio en ruinas volviendo a pasar a manos de la Orden Jerónima en 1958 y abriéndose al publico un año después. En el año 2007 el conjunto monumental del Monasterio de San Jerónimo de Yuste se le concedió el sello de Patrimonio Europeo. En la actualidad ya no es la Orden de los Jerónimos quien habita en las estancias monacales, siendo monjes Paulinos los que actualmente viven aquí.

Jardines del palacio tras los arcos


Sobre el conjunto arquitectónico del edificio; llaman la atención las dos zonas claramente delimitadas, el monasterio en si y la casa-palacio que mandó construir el emperador. Destaca la austeridad de todo el edificio del palacio construido en ladrillo y sin casi ornamentación. La gran rampa que conduce a la puerta principal del edificio superior fue ingeniada para facilitar el acceso con la litera que usaban los criados para transportar al emperador los días en que la gota no le permitía desplazarse por su propio pie. Son cuatro las estancias que se pueden visitar hoy en día en esta parte del palacio, incluyendo el "cuarto real" donde falleció Carlos I decorado tal cual estaba la noche en la que murió. La parte de abajo actualmente son dependencias privadas pero en su día se ideo como "Palacio de Invierno" aunque el emperador prefería vivir en la planta superior, ya que esta mucho mejor iluminada y cuenta con espectaculares vistas desde sus terrazas y galerías. También los jardines están abiertos al público aunque por desgracia los estanques diseñados por Juanelo Turriano se han perdido para siempre. Del monasterio es accesible al publico la iglesia gótica con el famoso retablo que contiene la copia del oleo de Tiziano "La Gloria" (el original está en el Museo del Prado) , la cripta y dos salas con exposiciones permanentes de objetos de la época. A destacar tambien los dos claustros existentes, el Claustro Gótico del siglo XV y el Claustro Nuevo o Renacentista ya construido en el siglo XVI.


Claustro Gótico. Observese la austeridad de sus columnas

Fuente en el centro del Claustro Gótico atribuida a Juanelo Turriano

Claustro Nuevo o Renacentista

Detalle en el Claustro Renacentista

Columnas labradas en el claustro Renacentista

También hay que destacar que este sencillo edificio monacal es fuente de inspiración para Felipe II cuando planificó su monumental Monasterio de San Lorenzo del Escorial, tomando algunas ideas de su padre pero magnificadas para su faraonica obra en la sierra madrileña; un monasterio, un palacio bastante austero para lo que debería corresponder a un soberano dueño y señor de medio mundo, un panteón real bajo el altar mayor de la basílica, amplios jardines alrededor y construido en un entorno privilegiado.


RECOMENDACIONES PARA VISITAR SAN JERÓNIMO DE YUSTE

El Monasterio de San Jerónimo de Yuste se encuentra enclavado en un relajante paraje de la cacereña comarca de La Vera. Hablar de este monasterio es hablar tambien de Cuacos de Yuste, población aledaña vinculada totalmente al empuje histórico que representa el lugar de retiro del emperador. En Cuacos de Yuste ( en 1960 cambió legalmente su nombre de Cuacos de la Vera a Cuacos de Yuste) encontramos una amplia oferta de alojamiento y restauración. Es recomendable perderse por las calles de este pueblo verato para empaparse de la esencia de esta región. 


Casa verata tradicional en Cuacos de Yuste


En Cuacos tambien se puede ver la que fue vivienda de Juan de Austria, hijo bastardo del emperador y brillante militar conocido por otorgar a la armada española la victoria de Lepanto entre otras hazañas. 

Para llegar al Monasterio desde Cuacos tomaremos la carretera EX 391 en dirección a la localidad de Garganta la Olla. En el cruce podemos admirar el monumento erigido al emperador. Ascendiendo por esta escueta carretera de montaña pasaremos junto al Cementerio Militar Alemán del cual hablaremos en otra entrada de Senderos y Veredas, y un poco mas adelante veremos ya el sobrio e imponente perfil del Monasterio de Yuste. Para conocer precios, horarios de las visitas y otros detalles es interesante visitar la web de Patrimonio Nacional

Si disponemos de tiempo suficiente tras la visita al monasterio es recomendable continuar por esta carretera hasta la localidad de Garganta la Olla, un pueblo verato que no te dejará indiferente. Aunque realmente, conocer cualquier pueblo de esta comarca de Cáceres ya de por si es una experiencia única, empapada de historia y cultura. En esta zona se conservan tradiciones ancestrales que han pasado de generación en generación sin casi verse alteradas. Y por supuesto, es imprescindible conocer sus delicias gastronómicas dignas de un rey. 

Solo recorriendo la comarca de La Vera podrás comprender porque Carlos I, poderoso emperador del mundo conocido, quiso acabar sus días aquí.     





www.senderosyveredas.com