Hay una cuestión que no podemos negar:
este país es indudablemente agrícola y ganadero. Hemos querido tener
otro tipo de industria basada en la construcción y nos ha salido el
tiro por la culata. De hecho el otro día lo decían en televisión:
mas de la mitad de los empresarios agrícolas y ganaderos de España
superaban ampliamente los 50 años. Doy por hecho que se referían a
pequeños y medianos productores, dejando aparte a las grandes firmas
explotadoras con activos en diversos campos empresariales.
Consecuencia del boom económico de
estos años atrás: abandonamos nuestras viejas actividades por otras
teóricamente mas lucrativas o mas cómodas.
Consecuencia de la crisis actual: nos
agarramos de nuevo a nuestros oficios tradicionales.
Y de hecho cada vez hay mas personas
menores de 50 años trabajando en nuestros campos, tanto como
productores o como jornaleros; un soplo de aire fresco para nuestra
maltrecha economía y un motivo de alegría para un sinfín de
asociaciones agrarias, que durante los años de bonanza económica
miraban preocupados como los jóvenes renegábamos de nuestras raíces
buscando un futuro ficticio y utópico en otros sectores.
Hace poco se me brindo la oportunidad
de grabar en una pequeña explotación ganadera de ordeño de leche
de oveja en Aldeanueva de San Bartolome (Toledo) como es el trabajo
que -independientemente de si es sábado, domingo o festivo, verano,
invierno, etc- realizan dos veces al día.
En los videos se ve como “engañan”
a las ovejas para que se estén quietas y puedan ser ordeñadas por
la maquina.
Tambien vemos la técnica empleada por
los ganaderos para colocar los sacaleches en las ubres de los
animales, que es extracción por succión de aire, y la ayuda extra
manual que se brinda para agilizar la producción diaria.
Lo que no vemos es la maquina
ordeñadora completa. Puedo decir que los conductos por donde circula
la leche son higienizados dos veces al día, al igual que las partes
que tienen contacto directo con animales y personas, y la leche
recién ordeñada pasa directamente a tanques de conservación a la
espera de ser recogida por camiones cisterna equipados con
laboratorios portátiles que analizan la leche antes de ser cargada.
Si la leche no pasa los controles establecidos es rechazada.
Además esta instalación que vemos es
totalmente portátil; se puede desmontar rápidamente y trasladarse
a otro lugar de una forma efectiva.
No tardando mucho, tendré la
oportunidad de visitar una instalación fija de ordeño. Si al dueño
no le parece mal, haré un reportaje completo con todos los pasos
detallados.