¿Os apetecen unas migas?

Un plato como pocos pueden igualar; sencillo, delicioso, tradicional....y social! Las Migas no es tan sólo un alimento, son todo un acontecimiento para compartir en grupo. Considerada una receta nacida de la necesidad de aprovechar al máximo las provisiones y viandas disponibles que podían transportar o comprar por el camino las gentes que se dedicaban al duro oficio del pastoreo y la trashumancia, hay tantas variantes como personas que sepan elaborarlas, y dependiendo de cada localidad o comarca los ingredientes también cambian incluido el tipo de pan usado. Y por cierto, también varía la forma de acompañarlas con frutas o bebidas; uvas, manzanas, sardinas, vino, chocolate, café, cacao soluble, etc, cada persona tiene sus gustos. A mí personalmente, me gusta regarlas con un buen Vino de Mesa o Pitarra.



Puesto que nadie sabe decir no a un buen plato de migas os dejamos una receta de deliciosas migas Extremeñas de la comarca de La Vera.

Lo primero es disponer de pan que haya quedado duro, que habrá que desmigar, aunque ya lo podemos comprar desmenuzado en bolsas de kilo o mas ahorrándonos ese trabajo. En algunos lugares el hecho de desmigar el pan también es considerado un importante momento para socializar con familia o vecinos.

Los ingredientes a usar para seis personas aproximadamente:

Pan duro desmigado entre 500-1.000 gr, patatas entre 250 y 500 gr, una cabeza de ajo, pimientos al gusto, 300 gr magro de cerdo, 250 gr de panceta, pimentón, sal, aceite de oliva y agua. Las cantidades varían dependiendo del gusto de cada cocinero.

Elaboración:

La noche anterior a la elaboración de las migas se pueden humedecer en un perol con un poco de agua, ajo en polvo y un poco de pimentón. Se mezcla bien para que cojan sabor y se dejan reposar tapadas con un paño limpio. Con esto se consigue que estén mas ricas y esponjosas, aunque hay veces que esta parte se puede suprimir si no da tiempo a ello.

Comenzamos pelando y picando las patatas para freirlas. También pelamos los ajos, lavamos y cortamos los pimientos, la carne la vamos preparando en trozos; el magro en cuadraditos y de la panceta separamos la corteza para freírla aparte. Todo con sal al gusto.

En un perol o sarten grande se echan las migas. En otra sarten aparte echamos el aceite en cantidad generosa y lo ponemos a calentar al fuego y una vez este caliente se echan las patatas a freír pero que no queden muy doradas, blandidas mas bien. Una vez estén las patatas se echan con una espumadera encima de las migas para que el pan vaya cogiendo sabor. A continuación ponemos los pimientos a freír y una vez fritos, los echamos también sobre las migas. Hacemos lo mismo con el magro, la panceta y las cortezas. Estás últimas las ponemos en un plato aparte. Por ultimo freímos los ajos.

Retiramos de la sarten un poco del aceite del que nos ha sobrado de freír todo lo anterior (que queden unas cuatro o cinco cucharadas grandes), añadimos otra cucharada de pimentón, un poco de sal e inmediatamente dos vasos de agua para que no se nos queme el pimentón. Lo dejamos que hierva un poco removiendo constantemente y retiramos del fuego. Esta mezcla se la echamos a la sarten con las migas y las ponemos en el fuego. Ahora solo queda remover y remover muy bien hasta que tomen su característico color anaranjado. Importante no parar de removerlas para que no se tuesten.

Las cortezas de la panceta que hemos freído anteriormente las podemos colocar justo en el ultimo momento sobre las migas como forma de presentación de la manera que mas nos convenga.

Ah, y dicen los expertos que si puede ser, mejor cocinarlas en una buena lumbre de leña.

Solo queda disfrutarlas en buena compañía!

Cerro Cabeza del Oso, Sierra de San Vicente.



Cumbre de Cabeza del Oso. Un Mar de Niebla cubre el Valle del Tajo. Entre las nubes y el cielo se distinguen los Montes de Toledo (vista al sur).



Seguimos añadiendo a Google Maps lugares con cierto interés histórico, sitios pintorescos, etc. En este caso señalamos el cerro Cabeza del Oso, situado junto al bonito pueblo de El Real de San Vicente (Sierra de San Vicente, Toledo), una elevación con unas impresionantes vistas y restos de un antiguo asentamiento celta que, cuentan las leyendas, fue bastión del caudillo lusitano Viriato en su lucha contra los romanos. La ruta que tomamos nosotros es muy sencilla y parte desde el mismo Real de San Vicente con distintas opciones para ascender, recorriendo caminos y senderos señalizados. También se puede realizar la ruta circular completa de 16 kilómetros PR-TO 21 que amplia el recorrido ascendiendo al Monte Pelados con sus mas de 1300 metros de altitud. Si lo deseas, puedes ponerte en contacto con Senderos y Veredas para mas información. 


El autor junto a los restos visibles del castro celta (diciembre 2018)


Por cierto, para los amantes del senderismo existen distintas rutas señalizadas que recorren la impresionante Sierra de San Vicente, al norte de la provincia de Toledo y muy cercana a la Sierra de Gredos en su variante oriental. Una de las mas conocidas es la "Senda de Viriato", ruta circular que une distintos puntos de interés por toda la zona y una longitud total de 141 kilómetros divididos en varias etapas que se pueden realizar de forma autónoma o en varios días consecutivos pernoctando por la zona.

Fuente: www.cuentatuviaje.net

Para mas información, puedes consultar la web cuentatuviaje.net 
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Feliz año nuevo a todos!



Feliz Año 2019 a todos!. Vamos atrabajar duro para que los buenos propósitos no se queden en la lista de deseos y se conviertan en realidad. La imágen pertenece al Prado de las Pozas, en la Sierra de Gredos. 

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Aquellas navidades de antaño....




Fuente de la imágen:
romancerodearcos.blogspot.com


Recuerdo con mucho cariño en mi infancia, en la década de los 80, cuando paseaba por la calle en esta época del año y se escuchaba por todas partes el sonido de zambombas, panderetas, cañas y botellas de anís, mezclándose con voces (más o menos agradables) que entonaban esas canciones de toda la vida, villancicos tradicionales o rondeñas de Navidad típicas de cada zona. Canciones que han pasado de generación en generación aprendidas desde muy niños y que siguen ancladas en nuestra memoria. 
   
   Recuerdo los festivales infantiles de villancicos que se organizaban durante el mes de diciembre; todos los colegios de la ciudad competíamos por interpretar a coro una canción navideña elegida para ese año, y si se conseguía que alguien nos acompañase con una guitarra, ya era lo más. O las representaciones teatrales que realizábamos en nuestro propio ámbito escolar, delante de nuestros padres, profesores y amigos. En mi caso eran de libre elección de los alumnos que derrochaban imaginación por todas partes; unos cantaban, otros se exibian tocando instrumentos musicales o demostrando lo que hacían en clase de karate, etc. A mi lo que me gustaba era realizar parodias de los telediarios y programas de televisión. Nos lo pasábamos muy bien, la verdad.
   
   Hace poco asistí a un festival escolar navideño. Y reconozco que me agradó bastante porque los niños lo realizaron con mucha ilusión, pero me fijé en el argumento de la obra -un cuento anglosajón- y la decoración, que consistía en duendes de la navidad, galletas de jengibre, bastones de caramelo y otros elementos mas típicos de otras culturas o países. Quizá sea todo esto parte de lo que llaman globalización, aunque ya en mi infancia veíamos con curiosidad series de televisión norteamericanas que en sus episodios especiales de Navidad nos mostraban una fiesta distinta a la que estábamos acostumbrados, como dándonos a entender que nosotros estábamos equivocados y ellos tenían la razón; o esa es la sensación que yo tenia. De hecho, una vez pregunté a mis padres si a la casa de Bill Cosby no acudían los Reyes Magos.
   


   Casi todos conocen los orígenes nórdicos de Santa Klaus o San Nicolás, ahora llamado Papá Noél. Algunos conocen también que su actual atuendo característico fue una hábil maniobra comercial por parte de una conocida marca de refrescos, pero lo que muy pocos conocen es que su estatus de icono navideño viene dado por un intento de plantear las fiestas navideñas de forma laica, como un evento de conciliación familiar fuera de cualquier ámbito religioso. Y así mismo pasa con otros tantos elementos figurativos importados. Antes de poder beber de las aguas de cualquier otra cultura, quizá deberíamos al menos conocer el origen de su fuente, por muy televisiva que esta sea.
   
   No me considero una persona precisamente creyente, pero si férreo defensor de muchas de nuestras maravillosas tradiciones incluidas las meramente religiosas las cuales respeto pero no necesariamente comparto. Me gustaría que "barriésemos un poco más para casa", que fomentemos más lo nuestro. Seguiremos disfrutando de los cada vez más numerosos festivales de música navideña tradicional que por estas fechas se celebran y de los grupos y personas que lo fomentan y defienden, así como dulces o platos típicos, nuestros maravillosos belenes y nacimientos, y tantas tradiciones regionales repartidas por toda la geografía nacional que no deben desaparecer nunca.
   Feliz Navidad a todos!

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Origen de las bolas y esferas de Navidad






Mucho se ha hablado sobre los orígenes del Árbol de Navidad, un símbolo pagano de los países nórdicos que fue cristianizado como otros tantos; pero, las brillantes esferas navideñas que adornan árboles, calles, comercios y nuestros hogares, ¿de dónde vienen?
Parece ser que en tiempos romanos, al acabar el tiempo de cosechas y recolección y justo antes de que la luz del día comenzase de nuevo a crecer (solsticio de Invierno), aproximadamente entre el 17 y 25 de diciembre en nuestro calendario, los ciudadanos de Roma celebraban las llamadas "Saturnalias" o Saturnales, fiesta en honor a Saturno (dios de la agricultura) y que se podía prolongar durante varios días. Eran fiestas muy populares donde se intercambiaban regalos, se celebraban copiosos banquetes y se decoraban las viviendas con plantas adornadas con velas encendidas y bolas de algodón o lana como ofrenda para asegurar una futura buena cosecha. En las fiestas de las Saturnalias tanto patricios, plebeyos y esclavos participaban por igual.
Actualmente hemos cambiado el material con el que se fabrican estos adornos pero no el espíritu de celebración y excesos heredados desde antiguo.

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Torre Inclinada de San Juan de los Panetes, Zaragoza.

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No hace falta viajar hasta Italia para ver una torre inclinada; aquí en España las tenemos, como la torre de la iglesia de San Juan de los Panetes, en Zaragoza. Situada junto a la Plaza del Pilar, la torre de este templo barroco se inclina perceptiblemente debido a problemas de cimentación. Curiosamente muy cerca de este lugar existía otra torre de construcción civil llamada la Torre Nueva que presentaba una gran inclinación con hasta tres metros sobre su vertical. La Torre Nueva fue demolida en 1892 por decisión del ayuntamiento de la ciudad argumentando peligro de derrumbe y ruina.



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Contribuciones a Google Maps

Senderos y Veredas contribuye de forma muy activa (dentro de lo posible) al fomento de lugares perdidos, históricos o sencillamente, de cierto interés señalándolos en los servidores de Google Maps y facilitando su acceso a todo el mundo.

Una de estas ultimas contribuciones fue un tramo de calzada medieval situada en las inmediaciones de la localidad de Mejorada, en Toledo, en un camino conocido como Camino de Fuente la Mora, que comunica Talavera de la Reina con la dicha localidad de Mejorada.

El enlace a dicho entrada de Google Maps:


https://goo.gl/maps/c8wFMU2wPys

"Desde Mejorada por el camino de la Fuente La Mora en dirección a Talavera de la Reina y desde esta por el Camino Viejo de Mejorada, también conocido como "camino de la fábrica del tomate". Es un tramo empedrado de la época medieval en una zona con unas maravillosas vistas del valle del Tajo. Se puede llegar en coche solo desde Mejorada y pasando el pequeño parque donde está situada la Fuente la Mora si nos fijamos en el cerro que se levanta a nuestra derecha, en su cumbre podremos ver una antigua atalaya de origen árabe. Es un camino muy transitado por senderistas y grupos en bicicleta."