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El Peropalo, vive los carnavales tradicionales de Villanueva de la Vera (Cáceres)



Como cada año, los carnavales de Villanueva de la Vera (Cáceres) se viven con un profundo sabor tradicional que se resume en una sola palabra: Peropalo.

El Peropalo


Dicen que este personaje fue un bandido que aterrorizaba a las pobres gentes que deambulaban por la cara sur de la sierra de Gredos. Salteador de caminos y presunto violador de frágiles damas (de forma consentida, ya que este delincuente era un seductor nato, se cuenta) el malhechor fue al final atrapado en Villanueva y ajusticiado en Llerena (Badajoz). Y que para conmemorar tales hechos, los partochos, gentilicio aplicado a los nacidos en Villanueva de la Vera, cada carnaval "reviven" a este personaje en forma de muñeco, pelele o judas y lo vuelven a ajusticiar de nuevas.



La realidad puede ser muy distinta, ya que no hay unanimidad sobre el origen de esta celebración tan, digamos, particular. Sus raíces quizá haya que buscarlas en épocas medievales tardías, cuando la Santa Inquisición perseguía a los judíos por orden de los Reyes Católicos. Por tanto, el Peropalo podría ser la representación genérica del judío "malo", al cual habría que perseguir y ejecutar por el populacho.

En esta fiesta tradicional se realizan distintos rituales, algunos secretos llevados a cabo entre los susurros de unos pocos participantes que lo realizan escondidos en algún lugar alejado de ojos profanos y otros en público ante la algarabía de todos, con un claro mensaje simbólico de libertad y convivencia vecinal: la Turra, la Judiá, la Endiablada, los Pelopaleros, los Calabaceros, los Capitanes (mayordomos), Corrida de las Elecciones, etc, son nombres propios y denominaciones pertenecientes a estos carnavales únicos donde no se cantan ni bailan chirigotas pero si coplas y jotas ancestrales.

El Peropalo en La Aguja el martes de carnaval


En Villanueva de la Vera se viven estos días con auténtico fervor. Los partochos se engalanan con sus trajes tradicionales preparados ya con meses de antelación y se sumergen en su fiesta grande que comienza una semana antes de carnavales, con el llamado Domingo de la Cabeza o "La Turra", que es cuando la cabeza de madera del Peropalo sale en procesión por las calles del pueblo ante el regocijo de todos.



Es una semana después cuando en la madrugada del sábado al domingo de carnaval o "Domingo Gordo" se le añada a esa cabeza tan singular su vestimenta negra característica y su relleno de paja, todo esto se realiza en un lugar fuera de miradas indiscretas por un pequeño grupo de personas, los Pelopaleros, auténticos Maestros de Ceremonia de esta fiesta. El domingo es cuando se coloca al pelele en un pedestal llamado "La Aguja", junto al ayuntamiento y bien visible por todos. El domingo y el lunes se realiza unos de los ritos mas singulares y divertidos, la "Judiá", donde puede participar todo aquel que lo desee en un entrechocar amistoso de gentes acompañando al Peropalo.



El martes de carnaval se celebra el juicio al Peropalo en el ayuntamiento siendo el personaje condenado y sentenciado a muerte. A continuación se realiza una ronda por el pueblo presidida por una persona vestida de forma estrafalaria a lomos de un asno que simboliza al Peropalo con su sentencia de muerte a la espalda. También se hace entrega al Capitán de las Alabardas (armas blancas en forma de hacha de dos metros de longitud acabada en una pica) con las cuales se escoltara al Peropalo y de una bandera que después por la tarde se usara para el baile o Jura de la Bandera, justo después del "Ofertorio de los Calabaceros", personajes estos vestidos estrafalariamente y armados con calabazas de agua con las cuales golpean a todas las personas que pasen a dejar una ofrenda económica en una mesa habilitada para tal fin y presidida por autoridades locales. Mientras esto sucede, el Capitan y la Capitana desfilan por el pueblo portando el la bandera que bailaran posteriormente y ella un chorizo que simboliza el miembro viril del Peropalo. Los Capitanes son acompañados por una comitiva bellamente engalanada. Tras el Baile de la Bandera el Peropalo es ejecutado, desmembrado y quemado en la plaza. Solo se conserva la cabeza que se guarda en un lugar secreto durante todo un año a la espera de los siguientes carnavales.

Jura o Baile de la Bandera


Cabe destacar la enorme labor que realizan los llamados Pelopaleros, auténticos guardianes de esta tradición y encargados de labores como la confección del pelele, al cual acompañan en todo momento con el replicar de sus tambores y sus coplas pelopaleras. Ellos son el alma de esta fiesta singular.




Solo queda visitar y conocer de primera mano todo lo que rodea a esta celebración ancestral, poder ver con tus propios ojos los distintos rituales que año tras año se repiten por estas fechas y empaparte de ellas; integrarte en la Judiá, presenciar el Ofertorio de los Calabaceros o incluso "entrar" a ofrecer algún dinero a beneficio de los Pelopaleros aún a riesgo de salir con un buen chichón, deleitarte con la Jura o Baile de la Bandera, sentir el sonido del tambor omnipresente en todos los actos, acompañar a las rondas que espontáneamente surgen, saborear los dulces típicos que ofrecen los Pelopaleros y Capitanes así como el buen vino que aflora de las bodegas de los partochos y que en algunas ocasiones (no todos los años) mana para todos el martes de carnaval de la fuente situada junto al ayuntamiento por cortesía del Capitán y la Capitana de la fiesta.

Para conocer mas profundamente esta fiesta: